Salir del infierno

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

¿Cómo salir de la noche de nuestro egoísmo y nuestro egocentrismo sin que la luz rompa el vacío que se queda sujeto en nuestro corazón? ¿Cómo pedir perdón si no somos capaces de mendigarlo y ejercitarlo?

 

Cuando nuestra vida se ancla en los suspiros de la intolerancia y el egoísmo entonces se genera un caparazón frente a las necesidades de los otros y el infierno sin llamas viene despacio, llevándonos al desasosiego y las noches oscuras del miedo.

 

Cuando la vida no crece nada más que para acumular dinero y buscar la seguridad material, entonces se apodera de nuestros sentimientos el fantasma de la sospecha y el temor desesperado a perder aquellos que hemos conseguido, aún a riesgo de no valorar lo que tenemos.

 

Cuando la vida no arde consumiéndose por ayudar a los demás, entonces el infierno llega aunque tu entorno se cubra de rosas y se engalane con los últimos inventos.