Salir en busca de las ovejas perdidas

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

                                  

                   

En una ocasión un catequista comentó en la escuela de catequistas de su Parroquia: "Jesús intentaba acercarse en todo momento a los marginados y alejados de la ley y del templo, a los hombres y mujeres de su pueblo, sobre todo a los pobres, y eso es lo que tenemos que hacer la Iglesia. La Iglesia tiene que hacerse la encontradiza con los alejados, con los que no vienen, y no solamente cuidar a los que vienen al templo. La Iglesia tiene que tener más impulso misionero en este tiempo que nos ha tocado vivir.

 

El Buen Pastor dejó las 99 ovejas en el redil y fue en busca de la oveja perdida, y hoy, en esta coyuntura histórica, la Iglesia debe de ir hacia las 99 que están fuera y no cuidar solamente a la oveja que está dentro.

 

A todos nos falta recuperar la dimensión misionera y la ilusión por el evangelio, la ilusión y el gancho de los primeros siglos del Cristianismo y la fuerza espiritual necesaria para convencer al hombre de hoy que Jesús es la mejor noticia que puede iluminar totalmente nuestra conflictiva existencia".

 

Y aquel catequista alentaba con su vida el clamor de una nueva evangelización con nuevos métodos y con el calor del Espíritu.