Reencontrarse consigo mismo

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

Un hombre de cuarenta años se había reencontrado consigo mismo al asumir una realidad que en toda su existencia y en relación con los otros había intentado ocultar.

Aceptar aquella dimensión existencial le había hecho sentirse mejor interiormente y había desvelado una incógnita en su relación con los más íntimos.

Durante años su relación con unos amigos había sido radical pero quedaba un velo sin romper. Él tenía que desvelar el secreto que le torturaba y temía que aquella verdad alejara a sus mejores amigos de él.

Y descubrió que la comunicación de su secreto y su realidad, en vez de encontrar en sus mejores amigos unos jueces inmisericordes, halló unos labios suplicantes, unos corazones comprensivos y unos brazos abiertos.

Y aquel hombre, sorprendido, bendijo aquella sintonía y aquella sinceridad que le hacía reencontrarse consigo mismo desde una empatía gigantesca.