Racismo

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

"El superhombre construye sus ciudades cerca del Vesubio... Para la prosperidad de la especie es necesario que el mal nacido, el débil, el degenerado perezcan..."

                                 (F. NIETZSCHE)

¡Ay, qué será de aquellos cuerpos,

de esos cuerpos sin rostro,

cuando los satisfechos quieran olvidarlos,

o más aún se propongan desterrarlos de la faz de la tierra,

entonces las olas del mar huido,

dispersas entre las rocas, sepultarán sus nombres,

sin que las quejas retrocedan un instante,

sin que la solidaridad recupere su ruta¡.

 

Mirad al hombre, sin despreciarlo,

esa caña que recorre la historia,

cansado en el recodo del camino,

desbordado en el viento,

que cambia de estrategia por un puñado de monedas,

que abre las ventanas, chicas o grandes, según conviene,

y reabre el racismo cuando parece cerrada.

 

¡Ay, qué será de los desheredados,

de esos sin zurrón entre sus manos,

cuando los verdugos perfumen sus vestidos,

o más aún acumulen sonrisas en la noche, sin protocolos,

entonces la vida de los pobres necesitarán un empuje,

sin que la cruz resquebraje sus maderos,

sin que el cansancio abandone su morada¡.

 

Dejad al hombre, sin lágrimas,

ese ser vivo que suspira amores,

mezcla en su pecho de contrastes,

acumulado en el cielo,

que no distingue el rostro de sus adentros,

que acoge contaminaciones en sus pechos,

y combate la justicia por momentos.