Martín

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

 

"¡Ah, si fueras tú un hermano mío,

   amamantado a los pechos de mi madre!"

   (Cant 8,1)

   A Martín Lutero King, uno de los profetas

  del siglo XX.

 ¡Ah, no escondáis su memoria bajo la tierra,

negros de todos los pueblos, negros de las aldeas,

gritad muy a menudo con el clamor triste de vuestros cantos,

con la queja abierta de vuestras venas;

gritad con voces gigantes su recuerdo, sus palabras vivas,

que están más allá de los ecos y más allá de la violencia!

 

¡Ah, no basta saber vivir, queridos amigos del viento,

no basta decir justicia a boca llena;

no basta decir igualdad en los acuerdos alfombrados de los secretos,

no basta hablar de respeto atrincherados en nuestros prejuicios;

clamad con flechas ardientes su mensaje, sus oraciones inquietas,

que brotan de las raíces y de los sueños!

 

¡Ah, no sepultéis su queja en los libros escondidos de las bibiliotecas,

jóvenes de todos los tiempos, rebeldes de los miedos;

amad su gesto cercano, su sonrisa manifiesta, sus palabras como lanzas;

enamoraos de su experiencia nocturna, de su encuentro con el Misterio,

que forcejea el alma más allá de los silencios!

 

¡Ah, no olvidéis su mensaje enraizado en la música,

esclavos de todos los tiempos, oprimidos de los mil caminos;

recuperad su herida intacta, más allá de los años,

más allá de los forcejeos y los miedos;

soñad con él, vivid con él, liberaos con él, sabed morir con él!