Los teólogos de la muerte de Dios

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Los teólogos de la muerte de Dios intentaban mantener intacto el mensaje de Jesús en una cultura que había instalado sus anclas en el ateísmo y en la increencia. Y desnudaron de trascendencia todo el discurso evangélico y todos los libros bíblicos, desmitologizando páginas gloriosas a favor del hombre y reclamando la caridad como única manera de ejercer la identidad cristiana en el siglo XX.

Y la fe volvió a reducirse a lenguaje, a sentimiento, y en medio de tantos bombardeos racionales de la cultura dominante intentó esconderse en el único refugio seguro que le quedaba, el corazón.

Pero no llegó la muerte de Dios a nivel conceptual y la existencia conflictiva del hombre reclama un Alguien que dé sentido global al final del camino y dé aliento a sus convicciones en la confusión del trayecto.

Los teólogos de la muerte de Dios renegaron de Dios para acercarse al hombre, pero el hombre mismo pidió a gritos, en nombre de la escatología y la teleología, la existencia de ese Dios que pudiera dar razón última a las grandes cuestiones filosóficas y dar un sustento a la dimensión moral de la persona.

Y hoy los teólogos jamás cuestionan a Dios si no es en prejuicio de todo el edificio teológico y de la misma confianza en el hombre.