Los rasgos de Jesús de Nazaret

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

En una reunión de catequesis un catequista preguntó qué rasgo de Jesús era el más admirado por los hombres y mujeres de hoy.

 

Un joven comentó que su acogida y cercanía con los pecadores y pobres de su tiempo era el rasgo que más admira el hombre actual.

 

Otro joven subrayó que su cualidad más auténtica era la de utilizar un lenguaje cotidiano y popular para expresar los grandes misterios del Reino de Dios.

 

Otro joven sugirió que lo más impresionante de Jesús fue la relación íntima con Dios Padre y su imagen de un Dios misericordioso y compasivo, tierno y cercano, que no desentonaba en la fiesta ni en la vida de la gente.

 

Una joven relató que lo más fantástico de Jesús era su equilibrio personal para no dejarse entusiasmar por los elogios de los suyos y el desprecio de sus enemigos.

 

Pero otro joven comentó: lo que más admiro de Jesús fue su descarada libertad y este rasgo se concretó en su relación con sus amigos, autoridades religiosas y políticas, familia y tradiciones, etc. En definitiva, la libertad es la dimensión que más valoro y el que más admira el mundo de hoy.

 

Y todos llegaron a convencerse de la rica personalidad de Jesús y de su aportación benéfica para el mundo.