Leer la historia

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

"Por eso no he de contener mi boca,
hablaré en la angustia de mi espíritu,
me quejaré en la amargura de mi alma"
(Jb 7,11)

¡Qué triste es la historia de la historia!
Hoy permanecen las piedras.

Ayer murieron, -con sangre-, los braceros y los obreros.


¡Qué triste es la historia de la historia!
Hoy permanecen los archivos.

Ayer padecieron, -con guerras-, el niño y el verso.



¡Qué triste es la historia de la historia!
Hoy permanecen los pueblos.

Ayer sepultaron, -con la noche-, a sus gentes y al limonero.



¡Qué triste es la historia de la historia!
Hoy se recuerdan los reyes.

Ayer martirizaron, -con fuego-, al ruiseñor y al poeta.


¡Qué triste es la historia de la historia!