La vida no analizada

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

        

"La vida no analizada no vale la pena vivirla", decía Sócrates. Pero esta advertencia sapiencial parece ser echada en nuestra sociedad en saco roto.

 

Hay una tendencia lamentable a endiosar la comedia y convertir en cómica todas las esferas del tejido social; transformar los 365 días en un perenne carnaval con mil caretas de la vida cotidiana y con una sola pretensión: entretener, hacer reír al espectador de turno, ansioso de devorar todo cuanto le proyecten, condenando al olvido y al arrinconamiento todo aquello que le encauce a la reflexión y al análisis, tachándolo de serio y metafísico.

 

Y esta tendencia infatiloide y tragicómica de la interpretación histórica, que enmarca lo trágico en un contexto de bufones a sueldo, donde provocar la risa al ciudadano parece ser la única finalidad pedida a los estrategas de los programas de acción.

 

Pienso que este planteamiento es de consecuencias negativas gigantescas para el futuro de la humanidad, para el conjunto del saber y las culturas contemporáneas y comprendo la reacción de intelectuales a esta trivialidad de la vida pública.

 

Atrás quedaron las páginas más gloriosas del espíritu humano de mano de Sócrates, Platón, Aristóteles, Agustín de Hipona, Pascal, Descartes, Hegel, Tomás de Aquino, Shopenhauer, Nietzsche, Feuerbach, Marx, Sartre, Camus,...; se tachan de serios, demasiados serios.