La fe de mis padres

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

                                          

                   

“No podía dudar de la existencia de Dios. De lo que dudaba era de la comunión con Él, de la comunicación. Honestamente, no podía rezar. Cuando era niño rezaba, pero después no fui capaz de hacerlo. Ante esta incapacidad, puse mi confianza en la fe de mis padres y de mis abuelos”, comentaba el Hermano Roger al recordar su autobiografía.

 

Cuando la noche de la incomunicación le asolaba y no era posible salir de ella entonces supo anclarse el Hermano Roger en la fe de sus padres y sus abuelos, que le recordaba que su historia era impensable sin Dios y que sus raíces estaban depositadas en ese Dios de sus padres.

 

En este día te sugiero que nunca abandones al fe de tus mayores y que aunque pases por “noches oscuras” no hagas mudanza porque ese Dios a quien no ves te revelará casi sin notarse sus palabras de salvación.