La educación de los niños

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

                

   

La educación de los niños se ha convertido en uno de las cuestiones más importantes para la gestación del diseño de cualquier sociedad. Siempre ha sido una honda preocupación en todas las culturas, quizá porque en ellos se vean a los adultos del mañana.


La pregunta de muchos padres y educadores hoy es: ¿Cómo educar a los hijos? ¿Qué comportamiento hay que tener con ellos para "asegurar" en el futuro un adulto honrado y feliz, abierto a los demás y los grandes valores humanos?


Muchos piensan que el drama del niño hoy radica en que ha caigo en las redes de sus propios deseos y apetencias, y los padres han sucumbido a estas apetencias, rompiendo en ocasiones la exigencia del razonamiento y el respeto a los demás.


Muchos piensan que el niño hoy es víctima de la falta de valores morales que hay en la sociedad y en su entorno, que impide que los padres puedan educarlos en unos esquemas éticos válidos.


Muchos piensan que los niños han caigo en las garras de la televisión y ésta se ha convertido en el gran punto de referencia para ellos, tanto en su conducta como en manera de pensar y relacionarse.


Muchos piensan que los padres valoran muy mucho que el niño aprenda todo en la vida que sea "útil" en el futuro para su cualificación profesional pero queda para un muy segundo término la formación espiritual, religiosa, la educación en su relación con los demás, etc.

Personalmente pienso que la educación de los niños es una tarea difícil y requiere un lento aprendizaje, pero si los padres no combinan la autoridad con el respeto, la formación espiritual con la exigencia en sus tareas escolares, el difícil equilibrio entre la tendencia a satisfacer los propios deseos del niño con la responsabilidad y la palabra dada de los padres sin retrocesos a causa de los chantajes del niño a base de llantos y lamentos, la exigencia de respetar a los demás para vivir satisfactoriamente en la sociedad reduciendo la tendencia del niño a hacer lo que quiera y lo que le plazca..., entonces creo que seguirá la queja tan extendida de los maestros, padres, catequistas, pedagogos que lamentan tan poca educación, tan poca vergüenza, tan poco respeto en los niños de hoy y, sobre todo, en los adolescentes que potencian bastante todo lo que en el niño es sólo un balbuceo.