La dignidad de un pueblo

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

                                          

                   

Cuentan que un rey tenía una gran preocupación por la dignidad de su pueblo. Llamó a los mejores y más instruidos sabios de su reino para consultarles y les preguntó sin titubeos: ¿qué hay que realizar para hacer progresar a un pueblo?

 

 Uno de los sabios contestó: “Majestad, haga grandes inversiones en industria y comercios, y su pueblo saldrá de la miseria y será un pueblo importante”. 

 

Otro de los sabios sugirió: ” Majestad, separe de los presupuestos anuales grandes sumas de dinero para la eduación técnica y profesional de los jóvenes y los niños. Verá cómo su reino alcanzará las más grandes cota de progreso”. 

 

Otro de los sabios le dijo: “ Majestad, cree centros de diversión y de ocio para los ciudadanos y será su pueblo un pueblo feliz”. 

 

Pero el otro de los sabios concluyó: “Majestad, lo que han dicho mis compañeros está muy bien para el progreso de los pueblos: las inversiones en industria, la educación técnica y profesional de los jóvenes, lugares de ocio pero no destruya del tejido social la justicia, la libertad y la fe, y su pueblo será grande en medio de los sufrimientos. Sólo así será el pueblo más envidiado de la tierra. Si defiende estos valores con todas sus fuerzas su pueblo será un pueblo feliz.