La bella y la bestia

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Mientras vivimos en tiempos que la apariencia y la imagen exterior de las personas son las claves que predominan sobre todas las demás dimensiones humanas y que las campañas de imagen constituyen una de las más agresivas en todas las manifestaciones culturales y políticas, la "Bella y la Bestia" nos subraya con su grandilocuente "universo visual"  que la belleza no sólo está en un buen rostro y un buen cuerpo, sino que está en el interior.

Mientras en la sociedad en que vivimos se nos imponen cánones corporales de impresionante factura, la película ahonda en el progresivo encuentro entre una chica de aldea, imaginativa, amante de los cuentos, y un ser tremendo y horroroso, despreciable en su aspecto pero sensible en su interior, para llegar de una manera expresa a un amor entre ambos, provocando en el gran "ligón del pueblo" una envidia manifiesta al ser rechazado por esta chica, sintiéndose tremendamente vengativo hacia aquella chica cuando debido a su aspecto todas las chicas del pueblo suspiran por él. Lo que vale como un valor en alza en las demás chicas no vale para esta chica inteligente e imaginativa, creativa y sentimental, afectiva y tierna. 

             En esta sociedad, tan dada a elevar a los altares el lema "tanto tienes, tanto vales" y la sentencia "la belleza está en la fuerza, en el cuerpo, en lo externo", esta película reclama una nueva lectura en las relaciones humanas y una nueva confianza para afirmar que "la verdadera esencia de las cosas es invisible a los ojos" (Saint-Exúpery), descubriendo en el laberinto interior, anclado en las dimensiones espirituales y psicológicas de cada uno de nosotros, se encuentra la esencia misma de la autoestima.