De la misma fuente

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Golda Meir afirmaba que “los que no saben llorar con todo su corazón, tampoco saben reír”.

 

Bien sabía Golda, esa mujer carismática del siglo XX, que las lágrimas y la risa provienen en el fondo de la misma fuente.

 

Descubrimos en el palpitar de la vida que lo mismo que en un momento nos producen alegría poco después nos generará tristeza.

 

Y en las relaciones humanas lo único que va a transformarnos humanamente es contemplar a un ser humano más allá del rol que ejerce en la sociedad, asumiendo que detrás de cada apariencia y rostro se esconde un corazón necesitado de amor y suspirando consuelo.

 

Sin esta palpitar existencial que nos lleva radiantes a satisfacer nuestra necesidad de comunicación y nuestra dimensión más profunda, el hombre se ancla en las redes del egoísmo, la insolidaridad y el vacío y lo único que encuentra es la vena más brutal de la humanidad.

 

¡Por favor, en el día de hoy redescubramos que lo mismo que nos produce alegría nos generará tristeza, y es la vida en toda su extensión la que necesita ser redescubierta desde Dios y vivida desde el ámbito existencial.