Gracias por los jóvenes

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Gracias, Dios mío, por los jóvenes que cabalgan con generosidad y asumen la vida que corre en su cuerpo a borbotones.

Gracias, Señor, que nos haces descubrir que la existencia del ser humano es un dinamismo evolutivo hacia la perfección y el crecimiento, aunque el cuerpo se deteriore al paso de los años.

Gracias, Señor, porque en el combate con la vida los jóvenes eligen la sonrisa, la pasión, el ofrecimiento, la ayuda al prójimo y la bondad.

Gracias, Señor, que haces grande los segundos de cada minuto de nuestra vida aunque nos parezcan que son insignificantes y anodinos.

Hoy, Señor, he recordado ante un crucifijo que “si los jóvenes tiemblan, el mundo se muere de frío”.