Felicidad con los otros

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

¿De qué le sirve a un hombre ser libre y alcanzar en "grado óptimo" la felicidad cuando tantos seres humanos viven en condiciones estructurales de extrema pobreza y de "esclavitud real"? ¿Se puede ser feliz en esta situación de desventaja sin cerrar los ojos a la tragedia humana? 

Estas preguntas han hecho que muchos hombres y mujeres se hayan planteado posturas muy dispares ante la realidad. Posturas que van desde la recomendación existencial de no mirar alrededor ni al drama humana, afirmando como lo único importante la liberación interior y "espiritual", hasta el llamamiento al compromiso reivindicador de la lucha por la transformación estructural de la realidad como la cuestión prioritaria y válida. 

Si el hombre quiere alcanzar un status acorde con planteamientos de justicia y de solidaridad con los otros, debemos plantear la vida en dos planos íntimamente relacionados: por un lado, profundizar, como la mayor de las exigencias, a la pregunta existencial: "¿Quién soy yo?"; y por otro lado, saber y entender la vida en relación siempre con los otros y responder a otra pregunta existencial de primera magnitud: "¿Para qué estoy en el mundo?". 

Sólo respondiendo seriamente a estas dos preguntas, el hombre buscará la felicidad y no sentirá que busca en la evasión y la ilusión, al tiempo que favorezca la justicia entre los hombres, sabiendo en su foro interno que "no hay más que una manera de felicidad: vivir para los demás" (Tolstoy ). 

Sólo cuando buscamos no sólo nuestra felicidad sino la felicidad del otro entonces se genera un espacio que fortalece nuestras convicciones más allá del egoísmo y nos anclamos en la dimensión comunitaria como esencial en nuestras propias conquistas