¡Ay,
si la poesía pudiera germinar de versos la guerra,
el
niño de ojos negros cabalgaría sobre las nubes
y
el herrero robaría los tanques para hacerlos aperos!
¡Ay,
si el poeta creara sueños en un momento,
la
niña llevaría estrellas en las manos
y
desaparecían de inmediato los muertos!
¡Ay,
si el tiempo fuera eternidad como los silencios,
el
enfermo recorrería kilómetros con el viento
y
la cultura anidaría en las tabernas!
¡Ay,
si el espacio desapareciera entre los pueblos,
el
amado llevaría ilusionado azucenas blancas
y
las depositaría entre su amada!
¡Ay,
si la poesía conquistara el poder en este mundo,
la
vida sepultaría los golpes en la nada
y
la sombra escondería las lágrimas!