Esas prostitutas

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

En la noche todos los colores se disipan

y sólo queda revoloteando la brisa,

que besa los cuerpos sin notarse

y acurruca las pasiones en la alcobas.

Y mientras todo mengua con lo claro

aparecen en las esquinas para buscar amantes,

unas para satisfacer su sed,

otras para alimentar a sus hijos,

otras para pagar su droga.

En la plaza todo adquiere vida

y la farola convoca a los niños,

que miran asombrados la luna

y gestan el sueño en los jardines.

Y mientras todo sigue su marcha

ellas atraen la infidelidad hacia sí,

cual se tratara de un talismán,

que al cambio por monedas

abren su cuerpo al abrazo.