El trabajo bien hecho

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

Una guía turística visitaba con un grupo de turistas una gran catedral gótica de CentroEuropa. Comentaba con pasión cada detalle de la misma e hizo un magnífico comentario: “El artista gótico buscaba la gloria de Dios y no solamente la alabanza de los hombres. Creía firmemente que la obra bien hecha es grata a Dios y se esmeraba no solamente en los lugares más visibles, sino especialmente en los rincones menos visibles y más recónditos”.

 

                ¡Qué gran don esta visión del trabajo bien hecho como una ofrenda agradable a Dios frente a una concepción de la chapuza y del trabajo con poca profesionalidad que se han impuesto por doquier en nuestra sociedad!

 

                ¡Qué estupendo si recuperáramos este amor hacia el trabajo perfeccionado y descubriéramos que con el trabajo estamos colaborando con el Dios Creador, comprendiendo al hombre como “co-creador” con Dios en la gestación del mundo cada vez en sintonía con el “cielo nuevo y la tierra nueva”!