El hombre, ser espiritual

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

                                 

El hombre es un “ser espiritual” que tiene que desarrollar esta dimensión para realizarse como persona.

La “apertura incondicional al Misterio” constituye uno de los elementos más importantes de una vida auténtica, que enlaza perfectamente con la búsqueda de sentido global último para su existencia, la realidad como conjunto y el curso de la historia.

Hay momentos en que la sociedad tan pragmática y tan tecnificada, consumista y madraza, quiere ahogar la dimensión espiritual, pero apenas dura una prohibición. El mismo hombre saca de su propio centro esa “sed de inmortalidad” y “hambre de eternidad” que le contagia de una búsqueda ardiente, por pura iniciativa de Dios, a algunas almas ansiosas de Dios, y a otros les hace sentirse insatisfechos de lo que les rodean y de su agitada existencia, sin saber que esa misma insatisfacción es un reclamo para volver a Dios.

No olvides esta dimensión espiritual y vuélvete sin duda alguna hacia Dios.