El ayuno que Dios quiere

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

                             

                

En una reunión de catequesis el catequista preguntó: ¿Qué significado tiene hoy el ayuno a los ojos de Dios?

 

Un joven afirmó que el ayuno no tiene sentido alguno en un mundo donde la opulencia y el consumo se han impuesto por doquier.

 

Otro joven contestó que el ayuno es un signo externo que ha dejado de ser válido para mucha gente porque no han comprendido la intención última de esa práctica que para muchos es sólo un rito vacío y superficial.

 

Una joven comentó que el ayuno como privación de alimentos es un medio útil para potenciar el dominio interior y remodelar el carácter y la voluntad.

 

Pero otro joven sugirió: "Creo que el ayuno es más que la simple privación de alimentos y hay que situarlo en un contexto más amplio. He leído un pasaje bíblico magnífico que expresa con gran nitidez el ayuno que Dios quiere: "abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como aurora, enseguida te brotará la carne sana, te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor" (Is 58, 6-8).