El animal simbólico

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

                                        

                

El hombre es un “animal simbólico”, un animal capaz de darle a la realidad un significado más allá de si misma.

 

Cuando un objeto no es valorado por si mismo sino como expresión de una experiencia sentimental o una persona que tiene un significado especial para nosotros, entonces ese mismo objeto o persona se convierten en “otra cosa” capaz de alcanzar por si mismo la entidad misma del misterio.

 

Y todos nosotros tenemos en nuestra casa realidades que más allá de su valor material las valoramos en la medida que nos remiten a realidades del pasado y a personas concretas.

 

A nivel religioso ocurre algo parecido. El nivel sagrado se crea cuando una “realidad finita” se transforma en un referente del Misterio Divino y es un medio de la Presencia del “Totalmente Otro”, Dios.

 

Los lugres, tiempos, personas y relatos sagrados son realidades finitas que son respetadas por el propio creyente en la medida que reflejan el Misterio Divino.

 

Por esta razón no es difícil comprender que un fan de un actor entregue cientos e incluso millones de pesetas por una sábana que utilizó en un momento de su vida ese actor, o por un vestido que se puso su actriz fetiche en una película, o por una guitarra de su cantante preferido...

 

Toda esta realidad simbólica lo único que hace es descubrir que todo cientifismo es ajeno a la misma andadura existencial del propio hombre y una ficción en la propia realidad integral de los pueblos y de la humanidad.