El "amigo de ésta"

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Una catequista intentaba transmitir a un grupo de jóvenes que ella invocaba cada día y en cada momento la ayuda de Dios para afrontar con serenidad y optimismo los avatares de la vida y las dificultades de lo cotidiano. Además, les decía, que suplicaba en su oración por cada uno de ellos, por sus proyectos, por sus ideales y por sus sueños.

                Aquel comentario parecía caer en saco roto ante unos jóvenes aparentemente indiferentes y escasamente atentos… Sin embargo, aquellas reacciones, en vez de hacerle abandonar, era un reto para hacer más insistente su oración.

                Cierto día, uno de ellos, probablemente el más problemático, comentó ante todos una experiencia que dejó sorprendido al grupo y petrificada a la misma catequista.

                El joven comentó: “Ayer tuve un problema y pedí al “Amigo de ésta” que me ayudara, y verdaderamente que lo ha hecho”.

                Aquella experiencia le hizo descubrir a la catequista que no hay que desesperar en el empeño.