Desvelando interrogantes

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

                                  

                   

Afirmar que en la Biblia hay diversos géneros literarios no es atentar contra la Palabra revelada sino situarla en su preciso contexto.

 

Reconocer que en la Biblia hay parábolas, leyendas, mitos, interpretaciones diversas y que todo no es histórico, es algo fundamental y básico en el tiempo que vivimos para no caer en el pesimismo histórico de que no podemos saber nada del pasado ni en la afirmación tan poco seria que los autores humanos de la Biblia tenían mucho exceso en su creación literaria.

 

No es de recibo ni históricamente cierto quitarle veracidad a ciertas páginas del Antiguo y Nuevo Testamento, como tampoco dejar inmune de la criba y la exégesis histórica todo lo que nos relatan los libros sagrados. Tanto una postura como la otra son extremas que deben ser eliminados y descartados de la mentalidad del lector.

 

Los acontecimientos leídos por el creyente desde Dios hacen más grande aún su fe porque para ellos nadie pilla a Dios de sorpresa ("oportebat") y a pesar de todo Dios guía los acontecimientos de la historia de una manera misteriosa y segura.

 

Cientos de millones de hombres y mujeres anclan sus dudas en torno a la Biblia buscando ciertas irregularides, mientras otros rebuscan una palabra que dé serenidad y paz a su alma, una palabra envuelta en anécdotas difíciles de superar el examen de la rigurosidad histórica.