"Tanto aquello de lo que huyes como aquello

                                 por lo que suspiras está dentro de ti"

                                             (ANTHONY DE MELLO)

 

 

 

Entre tú y yo, Primer y Tercer Mundo,

sólo existe una pequeña diferencia,

una diferencia tan visible como cierta,

tan rastrera como cruel:

una diminuta onza de oro.

 

Entre tú y yo, joven y viejo hombre,

sólo existe una diferencia,

una diferencia tan eterna como oscura,

tan pasajera como animosa:

un escaso margen de años.

 

Entre tú y yo, hombre ateo y creyente,

sólo existe una pequeña diferencia,

una diferencia tan abismal como invisible,

tan celestial como mundana:

una imagen vacía en la mente.

 

Entre tú y yo, mujer enamorada y maltratada,

sólo existe una diferencia,

una diferencia tan real como engañosa,

tan unida como alejada:

una herida roja en el pecho.