Corazón de juez

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Fray Luis de Granada comentaba a menudo: “Los hombres deberíamos tener para con Dios un corazón de hijos, para con los hombres un corazón de madre, y para con nosotros mismos un corazón de juez”.

¡Qué razón tenía Fray Luis que invertir estos papeles genera una vida agria que no hace otra cosa que desconfiar de los otros y nos lleva al egoísmo más cierto!

Cuando juzgamos a los demás con un corazón de juez y a nosotros con un corazón de madre puede ocurrir que la balanza se gire hacia el engaño más brutal y no consigamos otra cosa que la desconfianza y el recelo para con los otros.

Cuando el corazón de madre se vuelca hacia la empatía y la comprensión hacia el otro entonces se enciende una estrella en el cielo y un rayo en el corazón.