"Yo no digo mi canción 
sino a quien conmigo va" 

(ROMANCE DEL INFANTE ARNALDOS) 

Un elogio a los que han hecho de este caminar 
nuestro un suspiro en favor de la esperanza, 
la utopía, la ilusión y han hecho posible luchar 
contra la evidencia de la realidad. 

Yo quisiera cantar mi canción, 
mi canto desgarrado y sentido, 
mi canto risueño y melancólico, 
al que camina conmigo en la vereda, 
al que cabalga luchando por los destinos. 

Yo quisiera llevar mis lágrimas, 
mis lágrimas humedecidas y breves, 
mis lágrimas profundas y agrietadas, 
al que combate destrozando muerte, 
al que golpea verdugos por los senderos. 

Yo quisiera compartir mis risas, 
mis risas instantáneas y fogosas, 
mis risas relajadas y abiertas, 
al que mira extasiado el universo, 
al que lanza antídotos por las venas. 

Yo quisiera lapidar mis miedos, 
mis miedos lapidarios y eternos, 
mis miedos ocultos y secretos, 
al que arriesga su vida por un niño, 
al que dice verdades por los pueblos.