Correo LCVI: Ana y unas palabras de ánimo 

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Ana: 

¡Me entusiasma que cada día te hagas vivir en coherencia y que te planteas preguntas existenciales que son capaces de acercarte a la luz y a lo mejor de ti misma! Decía Mahatma Gandhi que el hombre no es más que el resultado de sus pensamientos. ¡Te invito a formar tu conciencia día a día con la reflexión y el estudio. Te hará muy bien! 

Siembra valores grandes y seguro que avanzarás en tu crecimiento espiritual y humano. Purifica tu espíritu, rectifica tus errores y descubre tus fallos para con sinceridad eliminarlos. 

Un amigo mío, cuando era joven, como tú, tenía puesto en la cabecera de su cama una máxima, que repetía continuamente, casi hasta la saciedad: “Si no vives como piensas, acabarás pensando como vives”. ¡No lo olvides nunca y suplica siempre coherencia en tus pensamientos, sentimientos y acciones!

Los jóvenes necesitáis maestros y educadores que sean capaces de sacar de vosotros lo mejor de sí y ayudaros a pulir vuestra alma como un diamante de gran valor. 

¿No recuerdas la película “El Club de los poetas muertos”, cuando el profesor John Keating se convierte en inspiración para sus alumnos? John no sólo se limitaba a dar solamente datos e información a sus alumnos, sino que incitó a sus alumnos a hacer de la vida algo extraordinario. 

¡Si, hoy necesitamos educadores que sean capaces de repetir a los alumnos que en todas las cosas se esconde gran sabiduría y que sólo el esfuerzo y el tesón serán los motores capaces de descubrir lo mejor que llevan dentro!

Ana, nunca pierdas la paz interior. El filósofo Bertrald Russell comentaba que “es imposible que un hombre pueda estar en paz con los demás, mientras no haya aprendido a estar en paz consigo mismo”. La paz interior es la mayor conquista del ser humano que no siempre se consigue sin tesón y sin perseverancia. Es en el corazón del ser humano donde se generan las más grandes batallas. 

Si el ser humano no encuentra paz consigo mismo y no tiembla en lo profundo de su yo, el mundo y la sociedad muere de frío caminando hacia la desesperación y el caos. 

Ana, sentirás en muchos momentos de tu vida “tirar la toalla”. ¡No lo hagas! 

T. Roosvelt sentenciaba que “es duro caer, pero es peor todavía no haber inventado nunca subir”. La vida está llena de dificultades, pero sólo aprenderemos a caminar caminando. A veces, la vida nos presenta cantidad de sinsabores e, incluso, nos fortalece a golpes. Pero sólo podemos sentenciar que hemos vivido si nos lanzamos a la existencia con la misma fuerza que buscamos el tesoro más preciado, aunque conlleve caídas y sin sabores que nos debilitan. 

Un amigo.