Correo L: Ana y la sexualidad humana

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Ana:

            El otro día pensaba en ti y en tu generación. Y me daba pena de tanta manipulación  a la que son sometidos por los medios de comunicación.

            Una chica que afirmaba una relación con su novio sin relaciones sexuales era abucheada y criticada sin piedad por los contertulios, y todos los espectadores, la mayor parte jóvenes, gritaba a coro, sin desmayo y sin disimulo: “Sexo, sexo, sexo”. ¡Pensé en ti y en los de tu generación que se ven sometidos a tales “adiestramientos”!

            Y quise mandarte un correo para hablarte acerca de la sexualidad humana.

 

            La sexualidad define a toda la persona en toda su vida y no puede ser reducida a la genitalidad. Podemos decir que el ser humano se hace en todo momento como hombre o como mujer en su relación con los demás y en su acercamiento con el mundo.

            Hoy asistimos en la cultura a una explosión de lo sexual y lo corporal, en ocasiones de proporciones no muy ajustadas. Los ritmos históricos se mueven a "golpes de péndulos", y probablemente de una época dominada por el decoro y el pudor, el disimulo y el ocultamiento del cuerpo hemos pasado a una época caracterizada por la más provocativa manifestación.

              

Pienso que el pudor de otros tiempos en torno a la genitalidad y la sexualidad no era sano, ya que potenciaba la creación de tabúes en esta dimensión humana tan vital para el ser humano, pero la vulgaridad, la reducción de lo sexual a lo genital y el trato tan poco delicado para analizar los problemas sexuales y las patologías de los humanos utilizados como tema para incrementar el morbo y la audiencia en los canales  televisivos ha llegado a entorpecer la superación "genitalista" de la dimensión sexual del hombre, ya consensuada por la ciencia y las visiones antropológicas.

Con la excusa de informar a la gente "ignorante" y sacarla del oscurantismo que la cultura, en especial la religión, la han tenido a lo largo de siglos, muchos provocan la irritación en muchos padres de familia que quedan atónitos ante el trato tan poco digno para los temas sexuales, muchos adolescentes y jóvenes se sumergen en la curiosidad potenciados por la insinuación de muchos programas, muchos mayores se ruborizan y  enmudecen cuando programas televisivos de audiencias multitudinarias frivolizan sobre el acto sexual de las parejas y sobre su vida privada, muchos jóvenes se sienten influenciados por el ataque que se hace a la gente que habla con sinceridad de sus relaciones de pareja respetándose y sin sexo...

Mientras tanto los discursos giran en torno a una preocupación por defender a los niños y los jóvenes de tanta violencia en los medios de comunicación y tantas escenas de cama en las pantallas, al tiempo que en la antropología se subraya el temor a reducir la sexualidad a la genitalidad y a mera manifestación fisiológica.

Un amigo.