Correo XLIV: Ana y el secreto de la vida

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Ana: 

No te dejes engañar por falsos caminos y propuestas que no llevan más que a la frustración y al vacío. 

Cuando la felicidad se asocia a un momento de placer, a tener cosas, a comprar una determinada marca de ropa, tener ciertas medidas de peso y medidas, a no complicarse la vida por ayudar a los demás... entonces tu interior se adueña de la frustración y aflora en tu alma el vacío.

¡No te dejes arrastrar por el ambiente y trabaja por un ideal que equilibre tu personalidad, controle tu voluntad y te impulse positivamente hacia la vida, en ocasiones tan conflictiva!

¡Un auténtico ideal nos libera, nos hace levantarnos de nuestras caídas, nos alienta en el camino tortuoso, nos lleva hacia la dirección adecuada, nos hace soportables nuestras renuncias con alegría e ilusión! ¡Si, el ideal unifica nuestra inteligencia, voluntad, sentimientos y nuestra propia libertad!

Ana, tu mayor don que Dios te ha regalado es la vida y de ella tienes que hacer tu mejor consigna y tu mejor ofrenda. 

Madre Teresa de Calcuta, premio Nobel de la Paz en el año 1979, escribió este texto que quiero mandártelo, sabiendo que en ellas se esconde lo mejor de la sabiduría: 

“La vida es una oportunidad, aprovéchala.

La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es amor, gózala.
La vida es misterio, devélalo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es himno, cántalo.
La vida es combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es aventura, arrástrala.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es la vida, defiéndela.

¡Ana, repite continuamente en las fibras de tu corazón joven: “hoy puede ser un gran día!

Un amigo.