Correo LCIII: Ana y "El codigo Da Vinci" 

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Ana: 

Me comentas con vehemencia que has leído “El Código Da Vinci” de Brown y que te has sentido sobrecogida y recelosa de la Iglesia. ¡Si, no me extraña que te hayas quedado así porque, como bien dice Thomas Reeser en el “Chicago Sun Times”, “la novela forma parte de un género que presenta un odioso estereotipo del catolicismo como un villano. El odio al catolicismo impregna todo el libro, pero las peores invectivas las recibe el Opus Dei”. 

¿No crees que si esta novela fuera un ataque al islamismo y a los pilares del mismo, ya habrían descalificado a este escritor por mucho tiempo? ¿No crees que ese libro sobre conspiración católica está lleno de chismes y con grandes “mentiras históricas” como por ejemplo que la Iglesia fue responsable de matar a cinco millones de brujas condenadas durante la Edad Media?

La trama y el argumento de la novela giran en torno a un asesinato que se comete en el Museo del Louvre. Robert Langdon, un profesor de la Universidad de Harvard, y una experta en criptología de la policía francesa tratan de encontrar al culpable. En el proceso de investigación descubren la existencia de una hermandad secreta, el Priorato de Sión, que protege el más guardado secreto de la humanidad: la existencia de un descendiente de Jesucristo, concebido por María Magdalena, que es el verdadero Santo Grial. El pintor Leonardo da Vinci participó del enigma y dejó constancia de ello en símbolos secretos en sus cuadros. La organización religiosa Opus Dei se enfrenta a los indagadores para proteger los arcanos de la iglesia.

¿No crees que es bastante atrevido presentar a María Magdalena como descendiente de reyes, esposa de Jesús y madre de su hija? ¿Te parece sensato no darle credibilidad histórica al pasado “pecaminoso” de María de Magdala, como atestiguan los evangelios, y si darle valor a “teorías esotéricas y gnósticas? ¿No parece “novelesco” presentar las Cruzadas como expediciones promovidas por Roma para destruir los documentos que revelaban a María Magdalena como el “Santo Grial” y como cabeza de la Iglesia original que creó el propio Jesús?

Ana, muchas obras literarias nos presentan la vida de Jesús distinta de la imagen que nos dan los evangelios, y toda tentativa de acercarnos a Jesús al margen de estos “relatos a la luz de la Resurrección” está desacreditada. 
Los evangelios no son biografías ni historias de Jesús, sino testimonios de fe y catequesis vividas por la comunidad cristiana. Son escritos a la luz de la Resurrección, y son iluminados desde este acontecimiento pascual todas las palabras, obras, acontecimientos y la vida toda de Jesús, pero no al margen de lo que real e históricamente fue. 
Comprendemos que en los orígenes tenemos una experiencia muy precisa, la experiencia de unos hombres y mujeres, muchos de ellos marginados y alejados de la Ley, pescadores y recaudadores de impuestos, cuyos pasos se convirtieron en un encuentro gozoso con el Misterio. 
No te dejas llevar por libros como éste, ajenos al verdadero mensaje evangélico, porque especular es atrevido y fantástico, capaz de proyectar en Jesús las ideas personales, e interesadas, de cada autor que escribe sobre el tema. 

Un amigo.