Correo LXXIX: Ana se "conquista a si misma"

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

   

Ana: 

Esta tarde el viento corre veloz y una tormenta deja descarga eléctrica en el ambiente. ¡Tienes pavor a las tormentas y, sobre todo, a los rayos! ¡Dices que de pequeña tu abuela te contaba historias horribles de gente calcinada por los rayos que dejaron en ti muchos temores!

Me comentas que el otro día lavándote las manos tuviste “una revelación” y un “temor. ¡Mi vida se escapa como esta agua entre mis manos! ¡Y dices que te entró un pánico tremendo! 



Estas “revelaciones” son esenciales en la vida de las personas. Grandes hombres y mujeres, hoy considerados los “mejores hijos de una generación”, tuvieron su propios interrogantes y sus propios temores ante una vida avocada al vacío. ¡Se hartaron de su propia mediocridad y decidieron “conquistarse a sí mismos”!

Ana, la mayor conquista de un ser humano es él mismo. Y, en medio de tantos reclamos de imitación, lo más urgente es ser uno mismo. Judy Garland fue una gran actriz y afirmaba con rotundidad: “Procura ser siempre la mejor versión de ti mismo y no una versión mediocre de alguien más”. Ahora bien, esta conquista es complicada y requiere gran dosis de humildad. Para eso tenemos a nuestro alcance muchos medios, aunque sobresalen tres: la observación de los demás, la lectura y la reflexión. 

Todo puede ser un camino para realizarnos como personas, especialmente al observación de las personas. “Cuando encuentres a un hombre bueno, intenta imitarlo. Cuando veas a uno malo, examínate a ti mismo” (Cicerón). 

La sociedad misma es reacia a la gente que quiere ser ella misma más allá de los modos y tendencias.

Camino complicado aquel que desea ser coherente y sincero en un mundo que ha sellado sus raíces en el egoísmo, la codicia, el dinero y la ambición de poder. 

Ana, en ese dinamismo muchos enemigos aparecerán en tu horizonte e incluso surgirán no pocos conflictos, pero será una apasionante aventura “conquistarte a ti misma”.

¡La vida misma es un misterio que nos lanza hacia pautas cada día más auténticas aunque sea desde caminos insospechados y caminos cada vez menos ciertos!

Tú necesitas saber que cuando realizas una actividad en el fondo lo que tú buscas es que tu alma se sacie de felicidad y bien sabes que no todas las ofertas que nos plantean la sociedad llevan a este cumplimiento. Los lirios del campo alcanzan cuotas perfectas de belleza y los humanos estamos llenos de talentos y dones que nos deben de entusiasmar hasta el fondo desde el amor profundo al otro.

La vida misma es todo un canto y tu mayor tesoro, que debe de ser descubierto, y revelado desde el alba hasta la noche.

¡Tienes un camino apasionante: “conquistarte a ti misma” para alcanzar cotas de felicidad. 

Un amigo.