Correo V: Ana pregunta sobre el sentido de la vida

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Ana, he notado en tus palabras una nota de desesperanza y de decaimiento. 

En tu espejo interior encontrarás deseos e ilusiones que has deseado desde siempre y que, aunque camines miles de vidas y miles de años, jamás podrás ver satisfechos del todo. 

A medida que pasen los años, hallarás que el mayor don es la misma vida. Es el mayor regalo que en ocasiones no te pertenece a ti del todo y que tu mayor tarea es encontrar la felicidad en los pequeños momentos. 

¡Tienes que hacer de tu vida algo extraordinario y no solamente buscar momentos extraordinarios!

El secreto mismo de la felicidad y de una vida con sentido está en aceptar el momento en toda su conflictividad y radicalidad. ¡Sólo tu mismo puedes decidir qué hacer con el tiempo y la vida que se ha dado!

Intenta mirar dentro de ti mismo, en las paredes interiores del alma y de tu yo interior, y allí, en ese lugar secreto sin espacio ni tiempo, descubre la luz eterna que permanece encendida cuando las demás se apagan. 

Muchos hombres y mujeres han relacionado necesariamente la felicidad y el sentido de la vida al tener. ¡Soy feliz si tengo cosas y no soy feliz si no las tengo! –exclaman con rotundidad. 

Muchos hombres y mujeres intentaron encontrar el secreto mismo de la vida pero se engañaron a si mismo y fracasaron en el intento…. Sólo unos pocos, sabios y maestros, supieron descubrir el tesoro oculto, que en ocasiones solamente es reconocido por los sencillos y los niños. 

¡Te has parado a disfrutar la importancia de tus ojos y lo que ves con ellos!

¡Te has detenido a contemplar una puesta de sol mientras agradeces todo entero que puedes moverte, que estás vivo, que tienes una familia, que tienes amigos,…! 

¡Intenta vivir sin temores y sin miedos, sabiendo que has venido a la existencia para ser feliz y hacer felices a los demás!

¡Intenta hacer lo posible por hacer el bien y optar siempre por la bondad, haciendo todo lo que esté a tu alcance para protegerte de ti mismo y de tus oscuridades! 

Tú eres una persona irrepetible y Dios sonríe contigo porque tu vida siempre quiere alcanzar las mayores cotas de felicidad y de sentido. 


Un amigo.