Aiguestortes

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

            Un elogio al parque natural de Aigüestortes.  

 

 

La permanencia de las piedras,

otrora huellas de esplendor,

son signos del pasado,

son gritos de muertos.

 

¡Ay, que renaces entre las sombras

en esta historia de valles,

desde la encrucijada hasta la cumbre¡

 

La fragancia de los pinos negros,

otrora permanencia del hálito,

son llamaradas de secretos,

son humaredas de incendios.

 

¡Ay, que humedeces la tierra

en este parque salvaje,

desde Sort hasta Sport¡.

 

Silencio de las sombras,

otrora misterio de los sueños,

son semillas de sorpresa,

son jardines de cortejos¡.

 

¡Ay, que paralizas el aire

en estas veredas de Monestero,

desde el refugio hasta el lago¡.