Cruz de un despertar
Autor: Padre Francisco Baena Calvo
En el amanecer de mi alcoba
cuando el jilguero y el perro
despiertan de su silenciosa noche
brota la claridad de un verso.
¡Verso de un primer amor!
¡Verso de una primera ilusión!
¡Verso de un primer encuentro!
Y allí estabas tú, corazón mío,
refrescando tu voz y tu alegría.
Y entre ambos,
como un rayo de luz,
apareció la cruz.
¡Cruz de un primer impacto!
¡Cruz de un sol adolescente!
¡Cruz de una vida fugaz!
Era ella, la fibra más auténtica de mi pasado,
el clamor de una exigencia,
el beso de una huida apasionada.
Y allí, como la más ferviente realidad,
yacía El, moría El, vivía El.
Era El en lo más íntimo de mí:
¡Era Jesús, el Crucificado,
pero, en sus ojos brillaba el más claro despertar!
Allí sucedió el primer encuentro,
entre el madero del silencio
y las alegres lágrimas de un hermoso sueño.