Homenaje a San Juan de la Cruz
Autor: Padre Francisco Baena Calvo
Todo es señal de El" (SAN IRENEO)
¿Adónde te escondiste en la noche sin estrellas
y me dejaste con la pena quieta?
Salí con los caballos blancos en tu busca
pero con la brisa del viento te habías ido.
¡Oh, amada mía, paloma mía¡
Salí por el camino de la sombra,
entre oscuridades y suspiros,
amores que penan y descansan en las esquinas
pero con los volcanes del miedo te has ido.
¡Oh, amada mía, paloma mía¡
¿Adónde iré en tu busca
si no conozco tus huellas?
¿Adónde iré tras tus besos de bálsamo
que muero, peno, desespero?
¡Oh, amada mía, paloma mía¡
Oidme todos los de la aldea, pequeños y grandes:
¿dónde encontraré a mi amada?
¿la habéis visto marchar por estos recodos del camino?
¡Oh, amada mía, paloma mía¡
Pasó por estos prados muy deprisa
no dejando tras su paso huellas ni caricias,
sólo un aroma en la rosa
y una lágrima en la sonrisa.
¡Oh, amada mía, paloma mía¡
¿Cómo cantar en la noche oscura del alma
una canción de desaliento?
¿Cómo buscar a mi amada en la mañana
sin huellas ni fatigas?
¡Oh, amada mía, paloma mía¡
un golpe de martillos
los han adornado de preso.
En el viento se deposita su verso
con tanto mensaje y sentimiento,
y con una palabra de Josefina
se marcha con su lágrima en el recuerdo.
Caballos de viento me arrastran
con los titanes del miedo,
y con un amigo de lejos
se entremezcla con los sueños.
En el viento se esconde su pluma
jugando al escondite en sus huecos,
y con Orihuela a lo lejos
se deposita en su pecho.
Brazos del viento me pueblan
con las nieves de sangre en invierno,
y lleno de tuberculosis, a pie de guerra,
se marcha con los muertos.