La madurez

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Enrique Rojas afirmaba: “La madurez de la personalidad no puede ser entendida como un destino definitivo, una residencia donde uno llega y se instala y permanece allí. Debe ser vista de un modo bien distinto: nos estamos haciendo continuamente. La madurez es siempre un proyecto mejorable”

Y aquí radica el secreto de la existencia: avanzar hacia la madurez plena y hacia la perfección máxima como Jesús de Nazaret nos recordaba: “Sed perfectos como el Padre celestial es perfecto”

La madurez no está exenta de caídas y tropiezos, y sólo asumiendo un proyecto de perfección nuestro camino se hace cada vez más cierto y más llevadero, abierto a la perfección máxima, Dios.

Por favor, en este día, no te cierres en la mediocridad y ábrete hacia la presencia del Padre eterno, el Dios del amor.