Ser religioso

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Albert Einstein nació en Ulm (Alemania) en 1879 y en el año 1922 recibió el Premio Nobel de Física. 

Cuando tenía 9 años hablaba con dificultad y sacaba unas notas muy bajas. 

Y decía con gran contundencia: “¿Qué significado tiene la vida del hombre, o, en realidad, la de cualquier criatura? Tener una respuesta a esta pregunta significa ser religioso. 

Aquél que considera su vida y la de sus semejantes carentes de sentido, no sólo es desdichado, sino poco hecho para la vida”. 

Y añadía: “Difícilmente encontraréis entre los talentos científicos más profundos, uno sólo que carezca de un sentimiento religioso propio. La ciencia sin religión está coja, la religión sin ciencia, ciega”. 

¡Cómo nos gustaría que muchas “mentalidades científicas” que silencian y ocultan la dimensión religiosa de la ciencia, meditaran estas palabras de un hombre universalmente conocido por su aportación a la ciencia!