Una nueva provocación

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Un artista sueco, Stig Ramsing, ha decidido exponer en la vía pública de Skaanes Fagerhult, una ciudad de Suecia meridional, una escultura de Jesucristo con cuerpo de perro, con laintención de continuar el debate sobre religión y libertad de expresión.

El perro, pintado de blanco, “tiene un gran órgano sexual”, y la cabeza con una corona de espinas y manchada de sangre.

“Esta provocación” está enmarcada, según el propio autor, en la misma línea de otro autor, Viks, que hizo una caricatura del profeta Mahoma con cuerpo de perro y que provocó una gran controversia en todo el mundo islámica, y en la misma Suecia.

A pesar de que la escultura desapareció a las pocas horas de ser expuesta, en parte debida a la reacción y crítica en contra de la misma, brotan preguntas inquietantes en nuestra sociedad occidental, cada día más perdida en este “bosque de la tolerancia y la libertad de expresión”.

¿Por qué se continúa con estas exposiciones “blasfemas e hirientes a la sensibilidad religiosas de los ciudadanos” cuando se perjudica y se lesiona a tantos miembros de Europa?

Atónitos y sorprendidos estamos los creyentes, especialmente los católicos, de lo que está pasando en Europa, especialmente en nuestro país..

La Libertad de expresión es un derecho fundamental de todo individuo para expresar sus ideas, contemplado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los derechos humanos. Sin embargo, este mismo artículo restringe el derecho “a las establecidas por las leyes con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás”.