Arpegios para una amiga

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

"La vida es una oportunidad, aprovéchala.

La vida es un combate, acéptalo"

(MADRE TERESA DE CALCUTA)

Para Angela, una amiga.


Recuerda, mi amiga, que el arpa de la vida,

tantos años esperando una mano que reabra sus puertas,

llega deprisa dejando huellas de lo invisible,

en lo más recóndito del espíritu donde los matorrales yacen mudos,

donde el dulce palpitar de la pasión insatisfecha deja su aroma,

donde los combates huidos por los años encuentran sus penumbras.

Recuerda, mi amiga, que la esencia de la vida

tanto tiempo marcando una pauta sin retorno

deja hilvanados recuerdos en lo oculto,

en lo más sagrado de los laberintos interiores donde conviven los contrastes,

donde lo eterno roza con lo mundano sin haber salido de su esencia,

donde los temblores humedecen la queja por los mejores años vividos.

Recuerda, mi amiga, que la emoción de la tarde,

tantos años airosa para esconderse en las piedras del patio,

viene trayendo corazones con un dulce palpitar de los sueños,

en lo más oculto de la vida sin contagio de maldades donde huye despacio,

donde los amores tienen la misma complicidad que antaño,

donde los ruiseñores balbucean canciones de contagio.

Recuerda, mi amiga, que los sueños de la tarde,

tanto tiempo dejando su aroma aún sin ser notados

forcejean quizás mezclando sentimientos sin apenas temblar,

en lo más hondo de lo humano compartido por nosotros donde el reloj marca su ritmo,

donde los combates dejan marcas en el rostro,

donde los vientos disimulan de pronto una presencia.