Qué no se cansen los educadores

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Señor, mi oración en esta mañana es que no se cansen los educadores. La impaciencia paraliza el alma y nos hace extremadamente crueles y recelosos.

Señor, que los educadores no olviden que tú eres el verdadero constructor del espíritu humano y que sólo la compasión y el amor pueden esculpir un hombre y una mujer auténticos y realizados, hombres y mujeres adultos capaces de emocionarse ante el dolor y no aspirar solamente a unas monedas y un bienestar material.

Señor, mi oración en esta mañana es que no se cansen los educadores. Que tengan la inteligencia suficiente para transmitir los conocimientos que asfixien la ignorancia pero, sobre todo, que tengan la paciencia necesaria para relativizar el impulso de los años adolescentes y el complejo nefasto del “signo de la contradicción”.

Señor, mi oración en esta mañana es que no se cansen los educadores.