Humanismo roto

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

"Donde abunda sabiduría,
abundan penas, y quien acumula ciencia,
acumula dolor"
(Qo 1,18)

A los hombres que hicieron avanzar el ateísmo como el fuego:
Copérnico, Marx, Darwin, Freud, Feuerbach, Nietzsche, Sartre...


Supe, en el largo respirar de las encinas,

que ellos incendiaron la hoguera en el recodo del camino,

allí donde los vientos recogen altos vuelos,

allí donde las sospechas van al fondo de las raíces.

¡Ah, cómo avanza el dominio incesante de su reino,

cual se tratara de un rayo de sol en verano,

todo erguido y llameante desde el alba hasta la noche!

Ellos hirieron el gemido balbuciente de los rezos,

más allá de las palabras que orquestan los corazones,

allí donde el dulce combatir de los opuestos se desvanecen,

allí donde las seguridades se reabren con las lágrimas.

¡Ah, cómo destruyen el viejo arquetipo de los satisfechos,

cual se tratara de una vela encendida en la mesa,

risueña y silenciosa pasa de la llama hasta la ceniza!

Supe, en el lento palpitar de las cosas olvidadas,

que ellos abrieron la sospecha cada vez más abierta,

allí donde los hombres buscan desesperados puntos de apoyo,

allí donde el oleaje reclama un divino encuentro.