Nuestra oración es escuchada
Autor: Padre Francisco Baena Calvo
La oración es necesaria en la búsqueda del Todopoderoso y es la expresión más íntima del creyente que reconoce el amor y la misericordia de Dios en su vida.
Cuando un alma agradecida mira al cielo, entonces su corazón es capaz de responder a una iniciativa divina que le sobrepasa.
Cuando una persona creyente es capaz de reconocer su pequeñez y su miseria, su pecado y su debilidad, entonces se está abriendo de par en par al “océano maravilloso del Creador”.
Muchos hombres y mujeres afirman, en nombre de la eficacia y la praxis, la inutilidad de la oración, pero no olvidemos que “el que después de la oración abriga mejores sentimientos, ha obtenido ya respuesta a sus súplicas” (Gorge Meredith).