No al suicidio

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

 

Tu vida es valiosa a los ojos de Dios y nadie tiene derecho a eliminarla, ni siquiera la propia persona.

Cuando descubres que tú eres más importante que tu salud y tus cualidades, más grande que tus acciones y tus títulos académicos, más fuerte que los lazos que te unen a las personas y a la tierra, entonces puedes decir que el suicido atenta contra el valor prioritario del ser humano.

Cuando sabes que hay personas que cuidan a parapléjicos y que a pesar de vivir la enfermedad más dura saben que es un regalo del que tienen que dar cuentas, entonces anida en su corazón un sentimiento religioso de lo más correcto y escriben con la pluma más rudimentaria no a todo lo que destruya la vida, aunque parezca inútil e incierta.

Cuando tienes el convencimiento que el ser humano es irrepetible y que nadie tiene derecho a talarla, entonces sabes que el suicidio, aunque sea un reclamo deseado en un momento de crisis, no es el suspiro de una humanidad cada día más realizada.