"Hiere, hiere la raíz de la miseria
en mi corazón" (R. Tagore)
Ojalá que llueva calor en mi cuerpo,
cuando los vientos fríos del sinsentido
se posan en la cúspide del alma.
Ojalá que llueva valor en mi miedo,
cuando los sueños se hacen amenazas
y sendas de tragedias en el pensamiento.
Ojalá que llueva compromiso en mi descanso,
cuando se hace sombra la queja
y melancolía sospechosa las preguntas.
Ojalá que llueva agua en el campo,
cuando los olivos se mueren secos
y suspiran ansiosos por una lágrima.
Ojalá que llueva paz en la guerra,
cuando los hermanos se matan de hambre
y los suspiros fabrican fusiles de muerte.
Ojalá que llueva alegría en mi llanto,
cuando los niños lloran en la plaza
y la madre acoge la muerte en su pecho.