Virgen de las Nieves, Agosto 5

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB    

            

          Etimológicamente significa “limpia, pura”. Viene de la lengua latina.

          Nos encontramos  con historias que, a primera vista, parecen cuentos o leyendas. Pero Dios se vale de muchas cosas para transmitir a la humanidad un mensaje.

          ¿Sabes la historia de la Virgen con el título de Nieves?

          Te la recuerdo. Me imagino que algunos habréis estado en Roma alguna vez. Pues bien, todo el que va a Roma, además del Vaticano, el Foro, la Fontana de Trevi y san Pablo Extramuros, se acerca a ver la Basílica de Santa María la Mayor.

          El origen de esta fiesta es curioso. A mediados del siglo IV, siendo Papa san Liberio, había una familia rica en la ciudad a la que Dios no le había dado hijos.

          Al darse cuenta de que no podían  tener hijos, nombraron heredera de todos sus bienes a la Virgen mediante un voto.

          Y he aquí que, sin esperarlo, se les aparece la Señora en  un fascinante sueño tal día como hoy.

          Fueron a hacerle una consulta al Papa acerca de este misterioso acontecimiento. Y la sorpresa  fue mayúscula cuando el Papa les comunicó que él había tenido también el mismo sueño y la misma noche.

          Como te puedes imaginar, en Roma y en pleno agosto no nieva nunca.

          En el sueño la Virgen les dijo que edificaran un gran templo en su honor en la colina de Esquilana. Les dijo también que en ese día caería una gran nevada sobre Roma.

          Las obras del templo se hicieron en el tiempo record de un año. Hoy es la iglesia más bella de Roma.

          Esta Basílica tiene recuerdos entrañables para España.  Cuando se entra hay una estatua del rey Felipe IV; el artesonado, una verdadera joya ornamental, se decoró con el  primer oro que trajeron los españoles de América; el rey  de España goza del título de Canónigo honorario de Santa María la Mayor y en ella dijo su primera misa san Ignacio de Loyola. 

          ¡Felicidades a las Nieves y Edurnes! 

“Nos conviene volver al silencio para saborear más la Palabra” (Karl Rahner).