San José Vaz  Enero 16

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SD

 

Etimológicamente significa "el que se crece". Viene de la lengua hebrea.

Creyente, considera al otro, no en una fase de su existencia, sino en todas las etapas de su vida. Tampoco intentes separar la mala hierba del buen grano. Tirarías a los dos a la vez. Habrías cambiado la perla preciosa por las tierras agrietadas que no retienen el agua.

Este joven misionero intentó llevar a Oriente lo mejor de sí mismo. Nació en Goa, India, en 1651 y murió en Kandy, Ceilán, en 1711.

Fue el primer indio elevado al honor de los altares.

¿Cuál es su historia en pocas palabras?

Realizó sus estudios universitarios en Goa. Una vez que los hubo terminado, se pensó en serio en dónde podía ser más feliz y servir mejor a los hombres.

Y Dios lo llamó a la vida de consagrado. Lo enviaron a Kanara para ejercer su apostolado. Muy pronto se ganó la amistad y el cariño de la gente por su celo pastoral y su preocupación por todos y cada uno de sus fieles.

Formó una comunidad de sacerdotes, pero al poco tiempo se fue de misionero a Ceilán (actual Sri Lanka).

De aquí habían sido expulsados todos los misioneros católicos. Consciente del peligro que corría, se embarcó de forma clandestina a Jaffna para tomar contacto con los católicos singaleses. Les celebraba la Misa de noche.

De aquí pasó a la capital Colombo porque era independiente de los portugueses y holandeses. Sin embargo, lo arrestaron como extranjero. Una vez que logró la libertad, se unió a un grupo de misioneros.

Formaron una misión. Su trabajo fue tan intenso que ya en el siglo XVIII, había unos cien mil católicos. Le ofrecieron el cargo de Vicario apostólico para la isla. Tradujo el catecismo y las oraciones a las lenguas locales. Extenuado por el excesivo trabajo, murió en el Señor. Juan Pablo II lo llevó a los altares en 1995.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

"La memoria es el deseo satisfecho" (Fuentes, Carlos).