Santa Teresa de Jornet, Agosto 26

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

                                

              Etimológicamente significa “ bella y ardiente como el sol de verano”. Viene de la lengua griega.

Hoy día hay que  tener “agallas” para entregarse por entero al cuidado de los  ancianos. Desgraciadamente, en algunos sectores de la sociedad parece ser que es un mundo que estorba.

Al  llegar las vacaciones, se les envía a los hospitales para librarse de su “peso” durante unos días. ¡Vaya humanidad con quienes han dado su vida por los hijos!

Teresa,  nacida en enero de 1843 en un pueblo de Lérida ( Aytona), sintió desde pequeña un amor entrañable por los ancianos pobres y menesterosos. Y después hay gente que critica a la Iglesia por razones de no estar al día en cuestiones científicas o  en asuntos morales.

Esta es la mejor puesta al día. ¿No te parece?

Tuvo una madre como Dios manda. Le solía repetir a sus oídos y a su corazón:<<Somos pobres, pero nunca despidáis sin darles una limosna a los pobres que llamen a la puerta>>.

Y cuando pasó el tiempo y Teresa fundó la Congregación de “Hermanitas de los Pobres”, les decía a sus hermanas:<< Hijas mías, hay que cuidar los cuerpos de los ancianos para salvar sus almas. Recordad que los reyes de nuestras comunidades deben ser siempre los ancianos. Si vosotras tenéis vocación no es privilegio vuestro sino de los ancianos. Si no hubiera ancianos vosotras no estaríais en la casa de Dios, ni seríais sus esposas... Luego, todos vuestros afectos y desvelos deben estar cifrados en los ancianos, a los que debéis amar como si fueran el mismo Jesucristo>>.

Antes de la fundación religiosa, trabajó como maestra de escuela con las niñas.

Le invadía a su alma el ansia de consagrarse a Dios en las Clarisas, pero, a causa de su enfermedad, tuvo que desistir. Se marchó a Huesca. Aquí llegó a sus oídos que había dos señores que tenían la intención de hacer algo por los ancianos. Se unió a ellos. Este es el origen de la Hermanitas de los Ancianos Desamparados o Pobres.

Teresa fundó mucha sobras, extendidas hoy por todo el mundo. Ya madura en santidad, entregó su alma a Dios a los 54 años en 1885. 

¡Felicidades a quienes lleven este nombre! 

“La peor prisión es un corazón cerrado” ( Juan Pablo II).