Santa Sira, Junio 7

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

Etimológicamente significa “procedente de Siria”. Viene de la lengua latina. 

El Resucitado  sopla sobre ti su Espíritu Santo y en ti revela dones esenciales: su perdón, su presencia, su confianza.

¡Dichoso el limpio de corazón, pues verá a Dios! << Más que a un tesoro, guarda tu corazón, porque de él brota la vida>>. 

Nació en Arcis en el  año 220. Con su corazón todavía limpio, pero con la presencia de Dios envolviendo su vida, contrajo matrimonio muy pequeña.

Pronto se quedó ciega y, para colmo de males, enviudó tres años más tarde.

Corrían tiempos malos para el mundo interior y exterior de la fe.

Empezó una dura y horrible persecución en Troyes, Francia. La fama de esta joven iba siendo muy conocida por  todos.

Cuando ya tenía 60 años, la conocía  la gente de cualquier lugar. Durante este difícil tiempo, oraba mucho en su alma al mártir Saviniano, cuya tumba quería visitar pero nadie le acompañaba.

Dios se le hizo presente. Encontró a un niño de diez años. Y éste, en su mar de transparencia, sí que fue con ella.

Ya ante el mártir, le rogó que le devolviera la vista. Y según cuenta en su biografía, la recobró al instante.

A partir de este momento, todo fue para ella una predicación continuada por la calle y la casa de cada cual invitando a que visitaran la tumba del mártir..

Pidió dinero para que le levantaran una capilla. Ella se consagró a  Dios, y se hizo la guardiana de su tumba. De todas partes venía gente pidiendo la gracia de la curación. Santa Sira hacía muchos milagros. En esa capilla encontró la muerte en el siglo VII, a los 68 años . 

¡Felicidades a quien lleve este nombre! 

“Mezcla a tu prudencia un grano de locura” (Horacio).