Santas Fe, Esperanza y Caridad Agosto 1

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

        

Etimológicamente significan “fiel, ilusionada y entregada”. Vienen de la lengua latina.

El sufrimiento, el dolor, el disgusto, la humillación, la experiencia de desolación, no son más que un beso de Jesús, un signo claro de que están sumamente cerca de él, que ha podido besarlos (MT.de Calcuta).

Había en Roma una señora que resplandecía por sus virtudes en toda la Iglesia. Su nombre era Sofía.

De su matrimonio nacieron tres hijas. Y tuvo, gracias a su religiosidad profunda, la ocurrencia bien pensada, de ponerles por nombre  el de cada una de las virtudes teologales.

Hoy, en general hay gente que pone los nombres – para no ser rutinarios con la costumbre de padres a hijos – de poner el nombre de la serie televisiva que esté en auge en ese momento.

La madre vivía enteramente dedicada a la formación religiosa y humana de sus amadas hijas. Se llevaban dos años de diferencia: 12,10 y 8 años respectivamente.

La felicidad reinaba en sus corazones porque la paz era la dueña del hogar, paz que se vio turbada sin más.

 ¿Qué ocurrió?

Los policías o  soplones las denunciaron por el hecho de ser cristianas. Llegaron unos soldados a casa para llevárselas ante el gobernador.

La madre, en lugar de sentirse asustada y temerosa por el futuro de las tres hijas, las dejó que se las llevasen ante el tribunal.

Dicen las “Actas del martirio” que mostraban una gran tranquilidad de espíritu e incluso daban gloria a Dios por el martirio que les  aguardaba.

La madre, impertérrita, las siguió hasta el mismo tribunal. Respondía por ellas, chicas indefensas e inocentes. Era una mujer guapa y le cayó bien al gobernador. No quería matarlas y se las confió a la señora Paladia. Pero los soldados fueron otra vez a buscarlas. Y no pudiendo ganarlas para dar culto a los falsos dioses, les dieron muerte el 1 de agosto del año 137. 

¡Felicidades a quien lleve estos nombres! 

“Amigos míos, pedid a Dios la alegría. Sed alegres como los niños, como  las aves del cielo” (Dostoievski).